Un centenar de empleados de Urbaser visibiliza el malestar de la plantilla, con una huelga en el horizonte

Los trabajadores de Urbaser mantienen la fecha de abril como límite para iniciar una huelga indefinida, si no se llega a un acuerdo con el convenio colectivo. Este martes han visibilizado la primera concentración en público, donde cerca de cien empleados se han dado cita frente al Ayuntamiento de Burgos para reclamar la implicación del alcalde en el conflicto.
Tal y como ha explicado uno de los portavoces de los trabajadores, Gilberto Zamora, el convenio no se renueva desde el año 2020, por lo que piden, fundamentalmente, mejoras que adapten los salarios a las subidas del IPC que se han experimentado en los últimos años, sobre todo en 2022.
Por ello, quieren un aumento del 4% para este 2023 y otro 4% de cara a 2024. Aunque no es el único punto que exigen.
El denominado «plus de toxicidad» está fijado por ley en un 20%, sin embargo, ellos perciben ahora el 10%.
La situación está lejos de mejorar. Por ello, han pedido a Daniel de la Rosa que intermedie en el conflicto. Porque, si bien es cierto que se trata de un problema entre una empresa particular y un grupo de trabajadores, no es menos cierto que la huelga afectará a los servicios de recogida de basura de la ciudad.
Y no nos engañemos, sin huelga, ya existen momentos y zonas de la ciudad donde esos servicios dejan mucho que desear.
Los trabajadores son conscientes que la empresa se niega en banda, dado que aunque aumentasen los salarios, no podría aumentarse el contrato que el Ayuntamiento tiene firmado con ellos, al menos, durante los 2 primeros años. Esto es, que hasta el año 2024, el Ayuntamiento no podría someter el contrato a una modificación.
Por ello, los propios empleados piden a Urbaser que recorte su beneficio industrial, al tiempo que recuerdan al alcalde que, con voluntad, todo puede conseguirse.