¿Soy mala persona porque no me gusta la Navidad?

La psicóloga, Marta González, explica que la Navidad no tiene que ser necesariamente una época feliz, ni especial.
Estamos a las puertas de la Navidad, o quizás ya metidos de lleno en ella, si tenemos en cuenta que las grandes superficies llevan celebrándola desde el 2 de noviembre. Son tiempos de reencuentros, de compartir momentos, de ir a cenas familiares y de empresa…o eso es lo que nos quieren hacer creer.
Ante la alegría que se supone que deberíamos sentir, muchos ciudadanos afirman encontrarse en el lado contrario de la balanza. Aquel en donde no reina la ilusión, ni las ganas de gastar cientos de euros en regalos. Y no pasa nada.
Marta González, psicóloga y directora de Proyecto Hombre en Burgos, explica que esta época no tiene que ser un momento especial. Puede ser, simplemente, unas fechas sin más.
Son muchos los que sienten presión ante estos festivos. Y todo este estrés genera más problemas, como ansiedad. Frente a ello, lo ideal, explica Marta González, es entender qué sentimos, no restarle importancia e incluso hablarlo con quienes nos rodean. Es cierto que habrá que ceder, que aunque no nos gusten las reuniones familiares tendremos que ir a alguna, pero que eso no signifique, bajo ningún concepto, perdernos a nosotros mismos.
Otro tema sobre el que la psicóloga se ha pronunciado es el de las sillas vacías. Para poder sobrellevar el duelo frente a la muerte de un ser querido, que florece más durante las navidades, es recomendable hablar con el resto de familiares, no pensar que porque haya ausencias no podemos disfrutar, entender la muerte y continuar y, sobre todo, tener presente que tratar de pasar página no es sinónimo de olvidar.
Las navidades remueven muchas emociones, algunas buenas y otras malas, y para Marta González esto no es del todo malo ya que, afirma, lo preocupante sería estar en uno de los extremos (o muy triste, o muy contento). Hablar sobre cómo nos sentimos, ponernos límites (sobre todo en lo que a presupuesto se refiere) y no intentar cumplir con las expectativas que la sociedad impone son algunos consejos para sobrellevar estas fechas.
Que nos guste la Navidad está bien, pero que no nos guste, también vale.