Si el Ayuntamiento no actúa con todas las terrazas, quedará más que demostrada su doble vara de medir

Si alguien pudiera tener la más mínima duda de la existencia, en el seno del Ayuntamiento, de una persecución contra el hostelero Juan Antonio Gallego, la Ordenanza de Terrazas y Veladores la despeja por completo.

El pasado lunes, 13 de noviembre, la Ordenanza convertía en ilegales el 85% de las terrazas de los bares de Burgos, fruto, por cierto, de la falta de diligencia y de trabajo en el seno del Ayuntamiento.

Pero el Ayuntamiento, con sus técnicos de licencias y sus policías, no movió un solo dedo para requerir dichas terrazas.

Para lo que sí se movió, y con esmero, fue para retirar la del pub Carpanta y Compañía, del hostelero Juan Antonio Gallego, aún cuando existe una sentencia que subraya la «imposible ejecución» de la sanción de su retirada.

Esto es el Ayuntamiento de Burgos en estado puro: mirar para otro lado cuando apetece y aplicar la ley a su antojo cuando le pide el cuerpo.

Es solo un caso pero no el único. Son muchos los asuntos en esta ciudad en los que la vara de medir cambia en función del nombre propio que aparezca en los expedientes.

Así, las irregularidades de algunos se saldan con expedientes caducados hasta en 3 ocasiones, como en el caso del Niño Jesús, por poner un ejemplo, mientras que en otros casos, como en el del menciona pub, se llegó a retirar la propia terraza con el procedimiento administrativo aún abierto. Huelga decir que, en ambos ejemplos, la funcionaria era la misma, Pilar Martín Abad.

Esto es el día a día en los pasillos del Ayuntamiento, gobierne quien gobierne. Cuando alguien no es parte de la solución, lo es del problema.