Política bipolar del alcalde: Dejen de judicializar la política y si tienen problemas vayan al juzgado

El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, ha tardado menos de un mandato en coleccionar todas y cada una de las peores mañas de los peores políticos de la España más casposa que alguien pueda imaginar.
La última de estas tretas, la esgrimió este viernes, durante la fiscalización que los grupos políticos realizan al Equipo de Gobierno.
En el turno de preguntas, la portavoz Popular, Carolina Blasco, quiso interesarse por los detalles del concierto de Manuel Carrasco. De la Rosa empezó contestando sin contestar.
A juicio del alcalde, si preguntan «¿Dónde vas?», «Manzanas traigo» ya es una respuesta. Una de esas mañas de las que hablábamos.
Blasco seguía insistiendo, así que el primer edil tiraba de otra de esas estrategias de político pobre: la judicialización de la política. Aquí reprochaba a los concejales del Partido Popular, de haber denunciado en vía administrativa y judicial, distintas iniciativas del Equipo de Gobierno. Algunas de ellas paralizadas, como la zona de bajas emisiones.
Después, el alcalde daba el triple salto mortal y soltaba aquello de «si tienen problemas, denúncienlo». En España existe un grupo de políticos que juegan, muy a menudo, esta baza.
Denunciar implica, de entrada, gastos. Pero, además, denunciar a quien gobierna o a una administración implica verse las caras con un árbitro que no pocas veces se cree parte de esa administración denunciada.
Así, si alguien tiene recursos para ir al juzgado, debe sortear no pocos obstáculos hasta que, tal vez y con mucha suerte, la denuncia llegue a algo.
El que reclama usar la política, se niega a dar explicaciones y ante la insistencia de las preguntas, solo deja abierta la puerta de la denuncia.
Sin ninguna duda, Daniel de la Rosa, nos ha salido como uno de los alumnos más aventajados, de la política más rancia de nuestro país.