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Piden accesibilidad real para el próximo Sonorama tras el patinazo de esta edición

Sonorama Ribera Aranda de Duero 2022 (Agosto 2022)

La XXV edición del Festival Sonorama Ribera ha contado con sus luces y sus sombras, como siempre ha ocurrido y como siempre va a ocurrir. Sin embargo, algunas de esas sombras son más destacables que otras.

Sobre todo si atendemos a la finalidad de las mismas. Desde la pasada edición, el festival ha querido abrir sus fronteras a las personas con discapacidad física y sensorial o, dicho de otra forma, permitir que cualquier persona pueda disfrutar del festival. En 2021 iniciaron un camino que pintaba bien en lo que accesibilidad se refiere pero que en 2022 se ha quedado en poco más que un parche que sirve, lo justo, para decir que el Sonorama era accesible.

Superado ya el concepto de que la música, y más aún este tipo de festivales, no pueden ser para personas sordas, toca creérselo y hacerlo posible. Y esto no parece haber ocurrido en la edición de este año, si uno escucha las opiniones que, entre otras, se han ido vertiendo en redes sociales.

La ubicación del espacio reservado para personas sordas era de todo menos adecuado. Primero porque estaba lejos del escenario. Pocas veces se verá a un intérprete de lengua de signos lejos de la persona o del evento que signa. Lo habitual es verlos, sino encima del propio escenario, junto a este.

Segundo, porque apoyando a los signos, también había un monitor, de tan solo 82 pulgadas. Puede parecer grande, y lo es para el salón de casa, pero no para un festival. Quien acude a estos eventos lo hace para vivir al máximo la experiencia, no para verla por televisión y menos aún si tiene que fruncir el ceño para leer los textos.

Al respecto de esta situación, quien fuera director de Aransbur, José Luis Arlanzón, explicaba a través de redes sociales que «sigue habiendo gente, bienintencionada, que confunde inclusión con reservar un espacio en el gallinero para personas distintas». No era la única crítica a este respecto que se ha recogido estos días en redes sociales.

De hecho, grupos como La Moda, también presentes en el festival, agradecieron el trabajo realizado tanto por el equipo de subtitulado como de interpretación de lengua de signos, y lanzaron un mensaje en sus redes esperando que «para el año que viene se tenga en cuenta» todo lo que los profesionales expusieron al respecto de la desactertada elección de este año.

Pero hay algo más que toca exponer. Eventos como el festival Sonorama son un escaparate perfecto para sensibilizar al respecto de la integración, de la igualdad y la accesibilidad. Cuando en este, o en otros eventos similares, se hacen las cosas bien, además se lanza un mensaje que en mayor o menor medida queda en el imaginario colectivo. Cuando no se hace bien, lamentablemente, también.

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