Personal, con Yolanda Barriuso a la cabeza, oculta datos de carácter público

Yolanda Barriuso Concejala de Personal (Septiembre 2023)

El Ayuntamiento de Burgos tiene un serio problema con la Ley de Protección de Datos y los burgaleses lo tenemos con la Casa Consistorial.

Los nombres y apellidos de los trabajadores del Ayuntamiento de Burgos no son datos protegidos. Es evidente, pese a que el Equipo de Gobierno se dedique a «ocultar» a esos trabajadores. Son múltiples los ejemplos donde los nombres de los funcionarios son públicos, en tanto que no se revelan datos de carácter privado, como pudiera ser el domicilio, el número de la seguridad social o su filiación política. Son empleados de la administración PUBLICA.

Este jueves, la concejal de Personal del Ayuntamiento de Burgos, Yolanda Barriuso, ha anunciado que 9 empleados de todos los burgaleses se han acogido a la «encomienda de gestión». Una figura por la que el Ayuntamiento puede encargar a otros funcionarios realizar tareas que no son las propias para las que se les ha contratado.

Estas encomiendas son voluntarias y deben cumplir una serie de requisitos de formación.

Pero la concejal de personal blinda la posibilidad de que los burgaleses conozcamos quienes son los funcionarios que se han acogido voluntariamente a esas tareas aludiendo a la ley de protección de datos.

La respuesta concreta es que «por indicación del Área de Personal, en base a protección de datos, no se pueden facilitar los nombres y los apellidos solicitados que afectan a la plantilla municipal».

No solo esto es una mentira con la que el Equipo de Gobierno quiere ocultar información a la sociedad burgalesa, sino que el propio área de personal cuelga en las paredes del Ayuntamiento listados con nombres y apellidos de funcionarios y los importes que han cobrado estos trabajadores en concepto de gratificaciones (horas extra).

La edil de personal es licendiada en derecho y tiene una dilatadísima trayectoria profesional en el ámbito de la administración pública para saber, perfectamente, que los nombres y apellidos de los trabajadores públicos no son datos protegidos, como si lo son, por ejemplo, otros que el propio Ayuntamiento filtra sin que se investiguen a conciencia.

De hecho, hay que señalar que esta práctica es habitual en el Ayuntamiento de Burgos queriendo esconder los nombres y apellidos de las personas que trabajan para todos los burgaleses.

OTRAS NOTICIAS