¿Para qué sirve este extraño asiento de las paradas de autobús?

El Ayuntamiento de Burgos acaba de dar por concluidas las obras de accesibilidad en 27 paradas de nuestra ciudad. Una actualización necesaria para adaptarlas a las necesidades de todas las personas, con independencia de su situación particular.
Desde hace años, las nuevas paradas de autobús cuentan con unos asientos que para muchos son extraños, por su forma. Se llaman asientos o apoyos isquiáticos, y tienen una función muy concreta: permitir la espera del autobús a personas que necesiten descansar pero que el hecho de sentarse y levantar les suponga un sobreesfuerzo. El esfuerzo suplementario a la hora de incorporarse puede afectar a personas con problemas de espalda o de lumbares, pero también a mujeres embarazadas o a todos aquellos que usen muletas o bastones y los necesiten para levantarse.

El punto más llamativo de las paradas de autobús en Burgos es que estos asientos están siempre alejados de las propias marquesinas, a la intemperie. Se desconoce el motivo concreto por el que el Ayuntamiento de Burgos ha optado por no cubrirlos, como sí ocurre en otras muchas ciudades, con climas más benévolos que el nuestro.
Las nuevas paradas cuenta, además, con dos bandas «podotáctiles». Esto no es otra cosa que ese embaldosado de botones donde la textura cambia para permitir a las personas invidentes guiarse por la ciudad. Estamos acostumbrados a verlos en los pasos de cebra, desde la fachada más cercana.
Las nuevas paradas incluyen, en color rojo, los accesos a las mismas desde la fachada pero, además, siguiendo la normativa vigente, cuentan con una franja de color amarillo en paralelo a la calzada.