ARCHIVADO EN

Mesas y sillas: el Ayuntamiento de Burgos vuelve a autorizar la ocupación del carril bici del Paseo de Atapuerca

Sillas-en-el-carril-bici-atapuerca-food-trucks

El carril bici del Paseo de Atapuerca vuelve a estar obstaculizado por culpa de un evento. Ni tan si quiera puede hablarse ya de situación excepcional. El céntrico paseo viene siendo escenario de cada vez más espectáculos y eventos de muy distinta índole, provocando casi siempre el mismo efecto: el corte abrupto de uno de los carriles bici más transitados de la ciudad.

Cuando no es un mercado medieval es una carpa para una exposición; cuando no, mesas y sillas; en otras ocasiones, vueltas ciclistas, conciertos, o eventos solidarios. Sea como fuere, de forma temporal, este carril sufre cortes de manera habitual. De hecho, no hay mes en el que, aunque no sea más que durante unas horas, esta infraestructura ciclista no vea interrumpido su tránsito.

No faltarán quienes consideren, que cada vez que se ponen de manifiesto quejas de este tipo, suelten aquello de que en Burgos no se puede hacer nada; o que es mejor no hacer nada para que no se queje nadie. Son esos planteamientos totalitarios en los que las cosas, o se hacen al 100% como ellos consideran, o directamente es mejor no hacerlas.

Burgos cuenta con espacio suficiente para acoger eventos en la vía pública que permitan la coexistencia pacífica de peatones y ciclistas. Quizás hay que escalar los eventos, segmentarlos en varias vías, o prolongarlos a lo largo, siempre según sea el tipo de evento y el lugar escogido para ello.

El efecto deseado y el efecto conseguido

Si cogemos la Ordenanza de Movilidad, veremos cómo los ciclistas que transiten por sus vías, bien por la pasarela sobre el río a la altura de este paseo, como los que vengan desde la Quinta, como aquellos que accedan desde la calle Valladolid, deberán bajarse de la bicicleta para cruzar, estos días, el Paseo de Atapuerca. Esto dice la norma y esto piensan nuestros responsables políticos que es lo que ocurrirá.

Pero no es lo que va a pasar. El corte del carril bici es un hecho 24 horas al día desde este jueves hasta el domingo, con la feria que lo ha provocado abierta y cerrada. Lo que ocurrirá es que los usuarios transitarán por zonas peatonales, subidos en sus bicicletas, para cubrir los metros de carril obstaculizados con mesas y sillas.

Si éstas se hubieran colocado salvando el propio carril bici, otro escenario diferente se habría abierto. Es cierto que el espacio central peatonal del paseo se reduciría, sin ser un problema, puesto que tanto a la orilla del río como entre los jardines, siguen existiendo vías peatonales.

Otros ejemplos de cabezonería para hacer mal las cosas

Año tras año se plantean soluciones «sencillas» a los problemas que origina la cerrazón de quienes autorizan eventos en la vía pública. Pero éstas acaban muriendo, fundamentalmente, por el ego de un Ayuntamiento que es incapaz de admitir que se ha equivocado y, en ocasiones, por el capricho de los organizadores de hacer las cosas de una única forma.

Uno de los últimos ejemplos de esta manera de actuar lo hemos visto, hace poco, en la Feria de las Flores. Su ubicación en La Flora, en 2022, no era mala. Simplemente, había que compatibilizar la feria con las terrazas de los establecimientos del entorno. Para ello, bastaba con estirar la feria hasta la Llana de Afuera o, llegado en caso, la de Adentro, ocupando menos espacio en la plaza Huerto del Rey. Esto permitiría el flujo de aforos necesarios. Además, la feria crecería implicando a la hostelería en la decoración de sus respectivas terrazas, que quedarían integradas en la feria. En contra, el Ayuntamiento decidió encajonarla en el paseo Marceliano Santa María, donde apenas se podía disfrutar de la misma. De hecho, uno de los elementos decorativos pensados para ser fotografíado, estaba tan mal colocado que, durante las horas de la feria era prácticamente imposible sacarlo.

ARCHIVADO EN
OTRAS NOTICIAS