Méndez Pozo se resiste a poner fin al tejemaneje de la Catedral

Méndez Pozo con Juan José Laborda
Méndez Pozo con Juan José Laborda

El expresidiario Michel Méndez Pozo se resiste a poner fin al tejemaneje que inició hace casi 4 años para gestionar el octavo aniversario de la Catedral de Burgos, como si de su propia casa se tratase.

Lejos de reconocer el fracaso de las celebraciones, que se han limitado a un puñado de actos de dudoso gusto y para unos pocos, pretende seguir figurando aunque sea para echar mano de su «bolsa de Judas» y seguir regalando monedas de plata.

La última (por el momento) la que le ha concedido al expresidente del Senado, Juan José Laborda, en un acto celebrado en la sede de la Cámara de Comercio que preside el editor de Diario de Burgos y que, sin ningún rubor, convirtió en sede de la fundación para tener que moverse lo menos posible de su despacho.

Lo asombroso del caso, más allá de la en entredicha gestión de dinero público denunciada públicamente por partidos políticos como Podemos, colectivos y burgaleses de a pie, es la cantidad de «personalidades» que no dudan en acudir a su llamada para hacerse la fotografía de rigor.

El octavo aniversario de la Catedral se celebró en 2021 pero, con la excusa de la pandemia, decidió prolongarse un año más, aunque esto solo haya servido para estirar el chicle y seguir engrosando el álbum personal del expresidiario.

Falta poco más de un mes para que la seo cumpla 801, el tiempo que le resta a Méndez Pozo para agotar la edición de sus monedas de plata y buscar bajo la alfombra aquellas actividades que ha sido incapaz de celebrar durante este tipo y que ha postergado hasta el final del que quizás haya sido el centenario más deslucido de la Catedral, pese a ser el que más presupuesto ha contado (la inmensa mayoría público).

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