El interés de Méndez Pozo por Aguas de Burgos, sigue latente

Que Michel Méndez Pozo le pone ojitos a la sociedad municipal de Aguas, no es ninguna novedad. Mientras que Aguas de Burgos sube y baja, mejora y empeora, el expresidiario más conocido de la ciudad sigue interesado, de una forma u otra, en la empresa pública.

No hay más que mirar el interés que presta en su periódico de cabecera cada vez que toca hablar de Aguas de Burgos. Desde hace años, el editor de Diario de Burgos se lanza al cuello de una sociedad que es la joya de la corona del Ayuntamiento.

Y es que, a día de hoy, sigue generando beneficios, tiene una de las mejores aguas de España y ha renovado buena parte de sus equipamientos, pese a que falten otros muchos.

Tampoco podemos olvidar que el agua es un recurso indispensable. Como servicio, todo un deseo para cualquier empresa. A diferencia de la luz o el gas, aquí no existen distintas comercializadoras a las que uno pueda suscribirse y si, mañana, Aguas de Burgos se externaliza o vende, habrá quien se frote las manos con el negocio.

Solo así se entiende el ataque directo que Diario de Burgos lleva años realizando a la línea de flotación de la empresa pública, buscando desestabilizar y crear un clima propicio para que no haya especiales críticas si Aguas de Burgos pasa a manos privadas.

Quien se levanta 20 millones de euros al año de la Junta de Castilla y León para su empresa privada o quien ha percibido hasta 750.000 euros al año para el caprichito de la Fundación Catedral, parece ahora muy molesto que la tasa del agua se eleve 1 euros al mes de media, por familia. A lo mejor, lo que más le molesta es que ese euro no acabe en su bolsillo.