El Ayuntamiento de Burgos sigue sin tomarse en serio la ley de prevención de drogodependientes

Cartel Fiestas Sampedros Ayuntamiento San Miguel Alcohol Colegio Rio Arlanzon (Junio 2022)

Pasan los años y el Ayuntamiento de Burgos sigue siendo la misma administración pública que dice una cosa y hace otra. Da lo mismo que cambie el color político que dirige el cotarro, porque todos pecan en ingnorar la ley para satisfacer sus propios intereses.

La concejal de festejos y la concejal de sanidad, que en esta ocasion se da la circunstancia de que es la misma persona, Blanca Carpintero, parece ser que ve con buenos ojos incluir no solo en el programa de fiestas, que consultan también niños, sino en los carteles de las mismas, colocados en la vía pública, el logotipo de Mahou-San Miguel.

Así que, de nuevo, toca recordar que la Ley de Prevención, Asistencia e Integración Social de Drogodependientes de Castilla y León, actualizada en 2007, regula la promoción tanto de bebidas alcohólicas como de marcas.

En el apartado D del artículo 22, destinado a la promoción, se especifica que «no podrán patrocinar ni financiar actividades deportivas o culturales fundamentalmente dirigidas a menores de edad, aquellas personas físicas o jurídicas cuya actividad principal o conocida sea la fabricación, promoción o distribución de bebidas alcohólicas, si ello lleva aparejada la publicidad de dicho patrocinio o la difusión de marcas, símbolos, imágenes o sonidos relacionados con las bebidas alcohólicas.

Vamos que una marca de bebidas alcohólicas no puede patrocinar eventos culturales, si estos se dirigen a menores de edad, si patrocinarlo supone colocar su logotipo.

Y da la sensación de que parte de las fiestas van dirigidas a los mejores de edad.

Pero es que, además, la citada ley también regula dónde colocar esta publicidad. En el apartado I del artículo 21, donde se regula la prohibición de la publicidad, se especifíca claramente en vías, zonas y espacios públicos que se encuentren a una distancia lineal inferior a 100 metros de la entrada de centros educativos a los que acuden menores de edas o que sean ostensiblemente visibles desde los mismos.

Carteles, como el instalado frente al Colegio Río Arlanzón, se burla de esta parte de la ley sin que ningún concejal muestre sonrojo por ello.

De cualquier forma, ni tan si quiera sería necesario que una ley lo regulase, porque bastaría con tener 2 dedos de frente para entender que una administración pública y sus soportes publicitarios, no son el lugar adecuado para el patrocinio de bebidas alcohólicas.

A nadie se le ocurriría plantar en el cartel de fiestas un logotipo del casino de turno, sin embargo, el alcohol sigue gozando del beneplácito de los concejales del Ayuntamiento. Hay cosas que nunca cambian.

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