El Ayuntamiento de Burgos sigue desatendiendo a los vecinos de San Isidro

Los vecinos del entorno del parque de San Isidro, en el barrio de San Pedro y San Felices, tienen motivos para quejarse. La razón no es otra que la falta de mantenimiento y cuidado que sufren algunos de sus espacios, como la explanada sin asfaltar donde aparcan muchos vehículos y las zonas de vegetación.

En el primer caso, los vecinos se ven obligados a aparcar sus vehículos en ese terreno por la ausencia de plazas de estacionamiento suficientes en el barrio, especialmente en las calles Alba de Tormes, Santa Ana y el primer tramo de la calle Ávila, desde los números 1 hasta el 9.

En este sentido, la Asociación de Vecinos «Nuestro Barrio» afirma que casi todos los edificios de estos pasajes carecen de garajes, lo que implica que en muchas ocasiones los conductores aparquen de manera incorrecta y que debido a esto, según comunican desde la Asociación, «muchos se buscan la vida como pueden».

Por ello, las reclamaciones sobre la adecuación de este espacio han sido numerosas, concretamente desde la inauguración del parque en 2016 hasta los años previos a la pandemia. Desde «Nuestro Barrio» señalan que a partir del Covid ya no han vuelto a recibir quejas de vecinos sobre este tema. Sin embargo, durante el tiempo que las recogieron, estas fueron trasladadas al Ayuntamiento y lo único que obtuvieron por respuesta fue el silencio. Nunca se realizó ningún acondicionamiento del espacio y tampoco les transmitieron si se podía llevar o no a cabo.

Las peticiones de los vecinos pasaban por adecentar el terreno y hacerlo más grande. Para ello, no pedían un asfaltado con hormigón y alquitrán, sino que se echara una capa de zahorra para cubrir los agujeros y que el barro no discurriera en los días lluviosos desde la calle de Alba de Tormes hasta su intersección con la calle Ávila.

Por otra parte, también han sido y siguen siendo frecuentes las protestas respecto al mantenimiento del parque, donde la Asociación se ha reunido varias veces con los concejales responsables para comentarles su descontento. Aquí, tras mucho insistir y enviar las quejas al Ayuntamiento, sí que se han efectuado labores de limpieza en días puntuales.

Otra de las áreas de las que también reciben muchas demandas de mejora es el skatepark, donde las pintadas abundan y los desperfectos en las piezas y elementos son visibles. En este sentido, ha sido la propia Asociación de Burgos Skate la que se puso en contacto con el Consistorio, consiguiendo que se limpiara, nivelara y se instalaran más farolas para su iluminación.

En conclusión, lo que llama la atención es que las herramientas que el Ayuntamiento pone al servicio del ciudadano resultan no ser efectivas. Las reclamaciones que envían tanto los burgaleses como las asociaciones de vecinos muchas veces no son escuchadas. En este caso concreto, respecto a la adecuación del terruño donde aparcan los vehículos no obtuvieron respuesta, y sobre el mantenimiento del parque, de forma esporádica y tras persistir. Y es que, desde «Nuestro Barrio» aseguran que «o estás todo el día quejándote o no hay manera».

El hecho de ni siquiera contestar por email o por carta a las peticiones, algo que no lleva más de un minuto, provoca el malestar en los afectados, que solo ven cómo el tiempo pasa y no se les aportan ni soluciones ni explicaciones.