El «aparcamiento» de San Isidro, lleno de baches y socavones

Poca suerte tienen los vecinos del entorno de San Isidro, en el barrio San Pedro y San Felices. A diario, tienen que aparcar sus vehículos en un terruño sin ningún tipo de conservación, mantenimiento ni adecento, ya que el Ayuntamiento olvidó rematar de manera coherente esta parte del parque cuando se acometió su reforma, en 2016.
Como en otras zonas de la ciudad, en esta parte no sobra especialmente el estacionamiento. La mayoría de los bloques de edificios de las calles aledañas, como la calle Alba de Tormes y parte de la calle Ávila, no cuentan con garaje. Desde la Asociación de Vecinos «Nuestro Barrio» aseguran que en un 99%. Por ello, pequeñas bolsas de aparcamiento como estas son muy útiles en los barrios donde aún existen este tipo de explanadas.
Sin embargo, quienes se ven obligados a aparcar su vehículo en este espacio experimentan problemas desde el acceso, donde solo hay uno y tiene una rampa que es de todo menos segura. Una vez se llega a la explanada, los usuarios se encuentran con que el terraplén está completamente deteriorado, lleno de numerosos baches y socavones. Solamente un hoyo, quizás el más pronunciado y ancho, está parcheado con una capa de gravilla para que las ruedas no se hundan. Esta situación es todavía peor cuando llueve, formándose grandes charcos y convirtiendo la zona en un barrizal donde los vehículos pueden derrapar.
Además, no es solo una cuestión que afecte a la explanada donde estacionan los vehículos. El entorno que la rodea también deja mucho que desear en cuanto a imagen y apariencia, adoleciendo de un correcto mantenimiento de la vegetación del parque.
Por otra parte, la falta de iluminación también es visible, habiendo muy pocas farolas que alumbren el parque, salvo la zona del skatepark. De esta forma, la falta de mantenimiento va más allá de ser un problema estético y tiene también su incidencia en la seguridad ciudadana.
Cabe recordar que el Plan General de Ordenación Urbana no contempla esa parcela como un aparcamiento, a diferencia de lo que ocurre en otras zonas de la ciudad. Sin embargo, mientras no se desarrolle ninguna otra dotación en el barrio, sí pueden contemplarse una mínima adecuación que aporte al barrio una mejora en cuanto a movilidad y a poder usar sin ningún inconveniente este espacio los días de lluvia.
Este caso no es único en nuestra ciudad. Por ejemplo, los vecinos de San Pedro de la Fuente llevan reclamando lo mismo en el entorno de la calle Zamora y también al final de la calle San Zadornil. Pero quizás el caso más conocido por los burgaleses sea el espacio entre el HUBU y la gasolinera Cepsa de la Avenida Islas Baleares. Allí, la situación es idéntica. Una superficie de tierra irregular donde los vehículos estacionan. Son espacios que el ciudadano ha ido conquistando para su uso, cubriendo una necesidad como es la falta de plazas de aparcamiento.
Por el momento, en San Isidro los vecinos suman ya 7 años de quejas, tanto en el área utilizada a modo de estacionamiento como en lo que a mantenimiento se refiere en el propio parque o incluso en la zona de skate, donde la propia Asociación manifestaba su descontento hace apenas 15 días por los desperfectos y las pintadas en las instalaciones.