De la Rosa, como anteriores alcaldes, tampoco cree en la prevención del consumo de alcohol

La mejor manera de comprobar si un político se cree lo que dice es observar lo que hace. Y en el caso del alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, sus palabras y sus actos pocas veces coinciden. De hecho, salvo que sea fútbol o baloncesto, en el resto de los ámbitos su ideología verbal desaparece en cuanto las palabras tienen que convertirse en hechos.
La prevención del consumo de alcohol es una de las tareas en las que las administraciones públicas siempre ponen el acento, al menos de palabra. En Castilla y León, los jóvenes comienzan a beber a los 13,6 años.
De hecho, durante estas fiestas de Burgos, el Equipo de Gobierno ha lanzado la idea de vigilar el macro-botellón que suele montarse a orillas del Arlanzón.
Pero mientras, por un lado, da la sensación de querer trabajar en la prevención, por otro el alcalde invitó, este viernes, a los burgaleses a beber en el Parral, más concretamente dijo que puede uno pasar por el Parral «a tomarse una cañita, a beber», espetó De la Rosa, «pero que lo hagan con responsabilidad». No hay absolutamente ninguna necesidad de que un alcalde invite a la gente ni a beber, ni a comer, ni a fumar, ni a tomar el sol. Pero Daniel de la Rosa ya ha demostrado que no sabe ser alcalde.
Tampoco puede esperarse mucho más de quien confirmó que en el Centro de Creación Musical ni se vendería ni se consumiría alcohol y, un año después, cambió de idea. Es más, destinar parte de la venta de bebidas alcohólicas a luchar contra el alcoholísmo y la prevención supone que, cuanto más alcohol se venda en el Anden 56, más se ayudará. Todo un sinsentido.
No es nuevo que un alcalde de Burgos se salte a la torera estas cuestiones. Juan Carlos Aparcio llegó a decir que existían lugares mejores que la Quinta para hacer botellón, en una ciudad en la que el consumo de alcohol en la vía pública está prohibido, mientras que Javier Lacalle, fue quien abrió la puerta a que durante las fiestas, una bota gigante de vino el Ayuntamiento de Burgos estén en plena comunión.
Huelga decir, que la promoción hacia el consumo de alcohol no está prohibida en su conjunto, pero no tiene ni medio pase en el seno de las administraciones públicas, por mucho que los responsables políticos sigan pensando que es una de esas normas que, total, no son para tanto.