Continúa el acoso municipal contra Juan Antonio Gallego: retiran la terraza de Carpanta pese a la «imposible ejecución» de la que avisa el juez

Momento de la retirada ilegal de la terraza de Carpanta en 2022, revocada por un juez
Momento de la retirada ilegal de la terraza de Carpanta en 2022, revocada por un juez

Ya no hay ninguna duda. Algunos trabajadores del Ayuntamiento tienen una animadversión personal hacia el hostelero Juan Antonio Gallego, y no dudan en utilizar las herramientas de todos los burgaleses y su posición en el Ayuntamiento, para atacarle por tierra, mar y aire.

El Ayuntamiento ha consolidado, este viernes, una actuación al margen de la propia norma que lo regula y ha procedido a retirar la terraza del pub Carpanta y Compañía, pese a que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que daba la razón a Consistorio, ya advertía de la «imposible ejecución» de la sanción impuesta.

Pero ¿qué sabrá un juez? habrán pensado los técnicos municipales. Vamos a contextualizar y explicar la aberrante actuación municipal que busca, única y exclusivamente, el escarnio del citado empresario.

El Ayuntamiento de Burgos impuso una sanción al establecimiento que viene tipificada en la Ordenanza de Terrazas y Veladores con meridiana claridad. Las sanciones graves o muy graves, con independencia de la multa económica, conllevarán la «retirada inmediata de la instalación y anulación de la autorización municipal durante toda LA temporada». Cabe señalar que las autorizaciones para la colocación de terrazas se otorgaban cada nuevo año con una validez de 365 días. (En la actualidad, con la nueva Ordenanza, se establecen dos tipos de temporadas ,pero en 2021, aún estaba en vigor la anterior ordenanza).

La lectura es simple, contiene un vocabulario sencillo que puede ser comprendido por un escolar de la ESO. La anulación de la autorización durante toda LA temporada.

Es decir, si se identifica un hecho como infracción en el año 21, la sanción impone la anulación de la autorización durante toda la temporada del año 21.

El Ayuntamiento de Burgos inicia su expediente sancionador al respecto de este establecimiento en febrero de 2022, es decir, fuera ya del plazo que fija la Ordenanza.

La sentencia, sobre la que informó de forma torticera Diario de Burgos hace semanas, no exige la retirada de la terraza ni nada por el estilo. Es más, tal y como saben los técnicos y los concejales del Ayuntamiento de Burgos, el juez recuerda que la temporada ya había finalizado cuando se inicia dicho procedimiento sancionador. Y, el juez, va más allá, hablando del transcurso del tiempo como algo «determinante de la imposibilidad de ejecución de la sanción». Lógicamente, porque una vez finalizada la temporada 2021, no puede inventarse otro periodo para establecer la sanción.

La evidencia de que lo que se busca con este acoso directo es el escarnio público y daño directo, no es ya en aplicar la normativa asociada a la sanción durante toda la temporada, sino reinterpretar la ordenanza a capricho indicado que la sanción implicar retirar la terraza durante TODA una temporada. Es decir, que ahora los técnicos municipales parecen querer aplicar la norma por tiempo 12 meses, cuando eso no es lo que indica la Ordenanza.

Por si fuera poco, desde el ámbito judicial han desechado la opción de estimar una medida cautelarísima, que se solicitaba por entender la ilegalidad manifiesta en la aplicación de una sanción caducada. No obstante, la jusitica, la misma que clama por su independencia en otras esferas, se mezcla con la administración y considera que existe un plazo para estimar, no ya una medida cautelarísima, sino cautelar, para que, en caso de que lo que está haciendo el Ayuntamiento sea censurable, se vuelva a poner la terraza en los próximos días. De esta forma, el juez se suma a la campaña de acoso haciéndola posible. Porque esto no va de sancionar a nadie ni de reponer la legalidad en ningún sitio, sino de generar daño directo a un empresario, retorciendo la ley y utlizando, para ello, las administraciones públicas.

Es evidente el conchabeo de la Policía Local en esta operación, no ya en su actuación directa contra Juan Antonio Gallego, que es pública y notoria, sino en la arbitrariedad en la aplicación de las normas, dado que todos conocen que existen a día de hoy varias terrazas que incumplen la Ordenanza y miran para otro lado. Esto evidencia que el Ayuntamiento ataca a quien quiere como quiere. Mirando para otro lado cuando le conviene e inventándose las normas cuando se trata de ir a por alguien.

OTRAS NOTICIAS